10.4.07

Primera tendencia tecnológica: la informática social

Dice Gabe Ríos en su decálogo:

La informática social (social software): A medida que el trasiego general de usuarios continúa disminuyendo en nuestras bibliotecas "físicas" se va incrementando la necesidad de explorar nuevos métodos para implicar a los usuarios. La informática social tiene el potencial de suministrar un muy necesario vínculo entre la biblioteca y nuestros usuarios virtuales. No digo que las bibliotecas hayan de precipitarse e instalen un montón de nuevos programas informáticos y pongan en marcha nuevos servicios. Las bibliotecas deberían seleccionar bien qué programas informáticos instalan y siempre tendrían que solicitar las observaciones de los usuarios sobre estos servicios (retroalimentación). Las bitácoras, los sistemas "wiki" y Facebook son tres ejemplos de informática social que tienen la capacidad de implicar a los usuarios allí donde estén.

"Casualmente" el último número (que acaba de empezar a distribuirse) de El profesional de la información está dedicado a lo que se ha dado en llamar Web 2.0 o Biblioteca 2.0, un modelo de Red o de biblioteca en la que los usuarios están directamente implicados, en la que la relación deja de ser unívoca para convertirse en interactiva, donde se da una importancia capital a la participación de lectores o usuarios para mejorar continuamente los servicios que se ofrecen (huy, qué moderno me estoy volviendo...)

Pues en ese número han tenido la humorada de publicar un artículo firmado por un servidor y su colega Odd Librarian, donde hablamos precisamente de una de estas aplicaciones: el uso de una bitácora como medio de animación a la lectura. Voy a cometer la inmodestia de citarnos para glosar esta primera tendencia tecnológica que todo bibliotecario debería conocer. Cuando nos preguntamos "¿por qué una bitácora?" nos contestamos lo siguiente:

Es un medio profusamente utilizado por los jóvenes, un 84% de los cuales navega habitualmente por internet, el 53% utiliza la Red para buscar información sobre ocio, cultura y espectáculos y de los que sólo un 20% lee los medios tradicionales de prensa. Ello, unido a que el 60% de los españoles leen libros después de una recomendación personal, llevó a la biblioteca a una conclusión: el fomento de la lectura para los jóvenes podría hacerse por medio de sugerencias a través de un medio digital y participativo como es una bitácora bibliotecaria.

En mayo de 2006 la bitácora de la Sedic lanzó la siguiente pregunta: ¿por qué hay tan pocas bibliotecas españolas que dispongan de este medio de difusión? Unas 600 en el mundo lo tenían por aquellas fechas, de las cuales eran españolas menos de 15, y de ellas sólo 2 universitarias, mientras que en EUA había más de 100.

Abrimos una cuenta en Blogspot para su alojamiento y comenzamos a publicar reseñas de novedades bibliográficas, invitando a la participación de los lectores. Pretendemos una actividad que fomente tanto la lectura como el aspecto social de la biblioteca. Mediante la exposición periódica de libros, por géneros, y comentados, nuestra intención es potenciar el uso de las colecciones de literatura e invitar a la colaboración en su selección. Se informa directamente a los usuarios sobre las novedades bibliográficas, se comentan las reseñas de los libros que se incorporan a la colección y es posible establecer una conversación sobre un libro determinado durante varios días. Además, crea una agenda cultural dinámica que sirve para anunciar actividades como presentaciones de nuevos títulos, foros sobre libros, conferencias de autores, relaciones entre el libro y el cine, cursos de verano o de humanidades basados en lecturas de narrativa, etc.

El resultado es 365 días de libros. Visitadla a ver qué os parece.

Parece que la primera tendencia sí que la conocemos...

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