7.3.08

Los políticos me siguen asombrando (a veces)

Biblioteca Municipal 'Pablo Neruda' de Arganda del Rey
Estamos concluyendo la campaña electoral, época en la que nos damos cuenta de lo que son capaces los partidos políticos con tal de arañar votos. Sin embargo, nuestro mundillo parece importarles poco. En las listas profesionales como Iwetel se pueden leer los lamentos de los colegas por la casi nula atención que merecen las bibliotecas y otros centros de información en los programas de los partidos políticos.

Si descendemos (y nunca mejor empleado el verbo) a la política municipal la miseria nos salpica por doquier. En muchos ayuntamientos la dejadez con respecto a las bibliotecas públicas es tal que da hasta pena. El ejemplo que mejor conozco es el de mi pueblo, que con 150.000 habitantes tiene una red de bibliotecas municipales en las que, por ejemplo, aún se hace el préstamo manual. Debe de ser que no hay dinero o que es mejor gastárselo en nuestro exitoso equipo de fútbol.

Las acciones de los políticos en los ayuntamientos con respecto a las bibliotecas suelen tender hacia el populismo o incluso la demagogia. Para ellos, parece que el único problema que hay que resolver es el de la ampliación de horarios a toda costa en época de exámenes. Bien es cierto que esa petición la suele hacer sobre todo un colectivo más bien ruidoso y algo histérico, el de los "apuntófagos" (¡¡no confundir con "estudiantes"!!), que siempre andan a la busca de un sitio calentito o fresquito, según la época, donde desplegar sus vistosos folios subrayados con rotulador de colorines...

Y todos se suelen apuntar al carro de esa ampliación sin ni siquiera pararse a pensar en cosas tan básicas como: ¿Tengo personal suficiente? ¿Tengo un horario adecuado el resto de la semana? ¿Es lógico que la mayoría de las bibliotecas de mi red no abran por las mañanas y que ahora quiera abrir los domingos hasta las doce de la noche?

Ante estas situaciones, es llamativo que algunos políticos se atrevan a separarse de ese discurso dominante y rentable. En esta misma bitácora me hice eco de la "heterodoxa" opinión de doña Alicia Moreno en el Ayuntamiento de Madrid, que llamó "malversación de recursos humanos y de inversión" el que se abra la biblioteca a horas intempestivas para servicio casi exclusivo de "apuntófagos". Hace unos días pude leer una nota, esta vez procedente del Grupo Municipal Socialista del Ayuntamiento de Arganda del Rey (Madrid), titulada Graves deficiencias en el servicio de bibliotecas, donde no es que se diga lo mismo, pero al menos se reconoce algo que muchos políticos prefieren callar: a determinadas horas, sobre todo de la madrugada, en las bibliotecas hay cuatro gatos. Claro está que esa nota no es más que un ataque al gobierno municipal, del PP, pero es significativo que en ella se escapen frases como las siguientes:

El servicio de 24 horas para estudiantes carece de la vigilancia necesaria pues a partir de las 23:00 horas el número de usuarios es muy reducido y el personal que atiende estos servicios es insuficiente y corren el riesgo de sufrir una cualquier tipo de agresión o robo.

Otro hecho a destacar es el bajo número de usuarios que utilizan la biblioteca en servicio de 24 horas a partir de las 12 de la noche aumentando de forma considerable la inseguridad de los mismos al estar presentes en la sala 2 ó 3 personas más el vigilante en el mejor de los casos.

Claro, la pregunta lógica es: si el servicio de biblioteca en 24 horas lo utilizan habitualmente sólo 2 ó 3 usuarios, ¿es lógico gastar el dinero de los contribuyentes en ello? Yo creo que no y más aún tratándose de una biblioteca pública, no académica.