14.3.13

Jornada sobre la Educación Abierta en la UC3M: Resumen (II)


La segunda sesión llevaba el polisémico título de ¿Están las universidades españolas en "COMA"? Estuvo moderado por Eva Méndez (@evamen), nuestra vicerrectora adjunta de Insfraestructuras y Medio Ambiente, y en ella participaron tres vicerrectores de tres universidades diferentes: Emilio Mínguez Torres, vicerrector de Planificación Académica y Doctorado de la Universidad Politécnica de Madrid, Miguel Santamaría Lancho, vicerrector de Coordinación, Calidad e Innovación de la UNED y Raúl Sánchez Fernández, vicerrector de Grado de la UC3M.

La profesora Méndez planteó tres preguntas muy concretas a los miembros de la mesa:
  • ¿Están las universidades en "coma"?
  • ¿Cuáles son los retos más importantes ante este nuevo mercado que se abre?
  • ¿Cómo ven la universidad en diez años?
Emilio Mínguez respondió a la primera pregunta indicando que la UPM tienen dos MOOC en Miríada-X (quiero recordar que "coma" se corresponde también con las iniciales "curso online masivo y abierto", de ahí la polisemia del título de esta sesión); no cree que representen un peligro para la universidad y también tiene claro que no se puede permanecer al margen de este nuevo fenómeno.

En cuanto a la segunda pregunta, empezó planteando otra: ¿Las competencias adquiridas en estos cursos serán garantía para las empresas? Sobre esta cuestión aún no se ha creado siquiera una corriente de opinión. Sobre los retos, señaló la evolución de los precios de los grados y los posgrados; en el caso de estos últimos se ha apreciado una sensible caída en la matriculación. Esto lleva a cuestionarse el modelo de negocio: ¿qué sacará la universidad de todo este nuevo modo de entender el aprendizaje y la docencia? Se plantea asimismo como un reto la puesta en marcha de un grado en abierto.

En cuanto a la tercera pregunta, por un lado espera que haya menos cambios de normativa, es decir, una menor intervención política en la universidad. Por otro lado, la evolución de estos años ha hecho más fácil el contacto entre profesores y estudiantes.

Miguel Santamaría empezó recalcando que las universidades españolas están en proceso de adaptación a los MOOC, algo que en Europa sólo se está haciendo aquí y en el Reino Unido; esto no nos ha de extrañar, ya que los MOOC son un fenómeno mundial y es lógico que estén más implicadas las dos lenguas más extendidas.

Señala que la UNED ya sacó su propia plataforma de MOOC antes de la aparición de Miríada-X, aunque también se han volcado ahí, donde tienen 16 MOOC. No cree que pongan en peligro la universidad, los ve como una mera adaptación a una necesidad concreta. Y quiere dejar claro que no se puede considerar a los MOOC como enseñanza a distancia, ya que falta en ellos una figura fundamental, la del profesor-tutor.

En lo que respecta a la segunda pregunta, ve como un gran reto la certificación y cita alguna herramienta que puede ayudar en esta cuestión (Mozilla Badges). Dijo que la UNED tenía previsto certificar tras una prueba en línea cobrando por ello 12 €, pero también podrá haber certificaciones previo examen presencial que costarán hasta 70 €. La UNED ya dispone de medios para poder llevar a cabo estas pruebas.

Estima que poder examinar un curso antes de realizarlo es un buen acicate para trabajar en ello; en cuanto a la motivación de los profesores, la ve sobre todo en su compromiso con Internet como medio. Y antes de hablar de modelo de negocio prefiere hacerlo de modelo de servicio y cita otro tipo de MOOC, los "patrocinados", que pueden servir, por ejemplo, para respaldar campañas de tipos diversos.

Sobre la tercera pregunta, dijo que espera que la universidad pase de ser "masificada" a "masiva". También que la UNED pase a tener en el futuro muchos más alumnos de posgrado que de grado. Por último, habrá que ver cómo puede aprovechar la empresa las carreras que tienen pocas posibilidades de empleo.

Raúl Sánchez empezó poniendo un ejemplo de verdadero "coma" ante la llegada de un gran cambio: el de Kodak y la fotografía digital. No cree que sea el caso de la universidad hoy en día, lo cual no quiere decir que no haya que replantearse a medio plazo el modelo de enseñanza y tener claro que va a haber que competir; es decir, la universidad no va a desaparecer, pero sí que hay presión para cambiar el modelo.

Para él, los MOOC se pueden aplicar a todo tipo de aprendizaje, como el que aquí tratamos pero también, por ejemplo, al reciclaje profesional, por lo cual es necesario adaptarse a múltiples niveles y ser más flexibles, teniendo claro que esto dificultará la gestión. Pero hay que aprender y cambiar para seguir siendo competitivos y no sólo cambiar de cara al exterior, sino también hacia dentro, internamente. ¿Habrá ventajas con respecto al mercado laboral? Depende.

Sobre la tercera pregunta, tiene claro que la universidad no será un simple ordenador enchufado a la red, pero también que el horizonte se va a ampliar muchísimo y una universidad como, por ejemplo,  la Carlos III no va a poder tener sólo en cuenta lo que sucede en Madrid, sino que se tendrá que abrir a todo el mundo. Expreso su temor a que se produzca una concentración en grandes centros, una especie de multinacionales del conocimiento y el aprendizaje que haga que se pierdan iniciativas que tal vez sean más modestas, pero igual de interesantes.

Los miembros de la mesa aludieron a Pedro Aranzadi, que corroboró todo lo dicho por ellos.

Como conclusión, Eva Méndez indicó que no estamos en coma, que hemos reaccionado. En la universidad hay una reflexión profunda que está siendo muy motivadora y además queda mucho trabajo por hacer, con un solo límite: la imaginación.

Con esto, nos fuimos al café.

(Continuará)

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