11.10.13

Hasta siempre, Colmenarejo. Hola, Humanidades.


Tras un periplo de ocho años, ocho meses y cuatro días, hoy es el último en que trabajo en la Biblioteca del campus de Colmenarejo de la UC3M. Ocho años, ocho meses y cuatro días que han dado para mucho, sin duda. Cuando llegué aquí, en febrero de 2005, apenas sabía lo que era una bitácora y ni siquiera había oído hablar de redes sociales o algo que se le pareciera. Eso no quiere decir que por entonces no me considerase un bibliotecario del siglo XXI, nunca me he identificado con esa parte digamos conservadora de la profesión que tiene como libro sagrado las Reglas de Catalogación. Lo que ocurre es que entonces esas cosas que he mencionado apenas se conocían. Y es que, aunque la sensación sea otra, es mucho, mucho tiempo.

Pocos meses después de llegar, en julio de 2005, empecé a escribir este blog. Hasta entonces lo más parecido al "espíritu 2.0" que había conocido en la Red habían sido foros de diferente tipo y fue precisamente mi desencanto con esos medios lo que me llevó a escribir mi propia bitácora. Muy poco antes se había puesto en marcha la primera experiencia de ese tipo en nuestra biblioteca, 365 días de libros, que fue el intento más temprano de utilizar herramientas dinámicas, que permitiesen la participación activa de los usuarios. Después vendrían más, Facebook, Twitter, primero siempre de forma particular, por probar, y más tarde para la Biblioteca. Fue desde aquí, desde Colmenarejo, donde se dio el mayor impulso a la participación de nuestra institución en las redes sociales, algo que ahora mismo se ve como normal pero que entonces, allá por 2009, parecía cosa de "friquis".

Aquí también se llevó a cabo la experiencia con Second Life, una experiencia fallida pero que en su momento me dio muchas satisfacciones y que sigue viva, al menos en lo que se refiere al modelo, ya que muchas instituciones en el mundo aplican mundos virtuales (no Second Life, precisamente, que en ese sentido lleva bastante tiempo en regresión) a muchos aspectos de la educación en diferentes niveles. Unas experiencias que no gozan de la (excesiva) atención en los medios que tuvo Second Life allá por 2008, pero que en los campos en que se han aplicado han obtenido resultados más que interesantes. Esto lo pude comprobar por mí mismo hace ya algunos años, cuando asistí a uno de los iED Summits.

Desde el lunes trabajaré en la nueva Biblioteca de la Facultad de Humanidades, Comunicación y Documentación. Los alicientes: primero, estaré más cerca de mi casa y, segundo y sobre todo, me enfrentaré a nuevos retos. Materias que nunca he tratado, diferentes usuarios, diferente forma de encarar el trabajo... Renovarse o morir, se suele decir, y creo que es verdad. Llego allí igual que si fuese el primer día que trabajé en esta casa, a pesar de que no me voy a encontrar precisamente en un ambiente extraño. A varias compañeras de las que voy a tener allí las conozco desde hace 20 años y otras han trabajado conmigo aquí en Colmenarejo. Así que voy a estar como en casa, pero con esa sensación de novedad que refresca y hasta rejuvenece. En Colmenarejo he pasado momentos que difícilmente olvidaré y dejo aquí a gente a la que aprecio muchísimo y a la que voy a echar mucho de menos. Pero, como he repetido varias veces estos días, tampoco me voy al otro lado del mundo. Seguiremos en contacto...