29.4.16

"Hablar de mi libro" (21 de abril)

Siguiendo con las celebraciones que tuvimos la semana pasada en mi biblioteca con motivo del Día del Libro y del aniversario cervantino, me voy a ocupar ahora de "Hablar de mi libro", un acto en el que tenía un especial interés por varios motivos. Bien, en realidad, por uno en particular: me hubiese gustado que mi novela El cerro de Garabitas hubiese estado ya publicada y haberla presentado aquí, en la que en cierto modo considero mi casa. Pero no pudo ser, aunque no me quedé sin meter mi cuñita, como descubrirá quien tenga la paciencia de leer esta entrada hasta el final.

Si bien el pasado año este acto fue el más importante de la semana dedicada a festejar el Día del Libro y contó con la presencia de diversas autoridades y de bastante público, en esta ocasión se puede decir que estuvimos en familia: los autores, algunos amigos y gente de la biblioteca. A mí me cupo... iba a decir el "honor", pero casi prefiero que sea el "placer" de presentarlo. Antes que nada, y siguiendo el consejo de uno de los autores presentes, que pidió que lo explicásemos sobre todo para los más jóvenes, voy a poner aquí el legendario fragmento de la intervención de Paco Umbral en un programa de televisión que da nombre a esta actividad y que ha generado una frase, "yo he venido a hablar de mi libro", que casi se puede decir que se ha incorporado al lenguaje popular. Por si acaso queda alguien que no sepa de qué va el asunto...



Bien, pues a eso fuimos, a hablar de los libros que han publicado alumnos y profesores de la Facultad de Humanidades, Comunicación y Documentación. Demos un breve repaso a las intervenciones.

La primera fue Leila Nachawati, profesora del Departamento de Periodismo y Comunicación Audiovisual.


Tras un breve debate sobre mi forma tirando a hebraica de pronunciar su apellido, esta joven profesora de padre sirio y madre española, que estudió la Primaria en Siria y luego marchó a Galicia, nos presentó su novela Cuando la revolución termine, muy cercana a aparecer, en la que nos intenta contar la realidad de un país que, en sus propias palabras, está viviendo la guerra más mediática de la Historia y del que sin embargo desconocemos casi todo.

Después fue el turno de Cristina Bermejo Rey, alumna de Periodismo.


Cristina, que dijo estar muy nerviosa pero hizo una presentación magnífica, nos habló de su novela Dama de la noche, una historia de vampiros y de amor que aseguró que no se parece en absoluto a la saga Crepúsculo. Y la creímos.

A continuación tuvimos a José Alejandro Melero, profesor del Departamento de Periodismo y Comunicación Audiovisual.


Su criatura literaria es el libro de relatos La escalera oscura, en cuya cubierta, según nos confesó, aparece él con su hermano siendo niños, a pesar de lo cual, nos aseguró, no tiene nada de autobiográfico.

Después, sin seguir el orden del folleto que hicimos, llamamos a Luis Bravo, alumno de Comunicación Audiovisual.


Luis nos habló con cariño, como no podía ser de otro modo, de su libro de relatos -que no novela, como dije por error- Mala sombra y con el mismo entusiasmo declaró que su objetivo es poder vivir en un futuro de la literatura. ¡Buena suerte!

El siguiente fue David García Hernán, el único profesor que no era de periodismo, ya que pertenece al Departamento de Humanidades: Historia, Geografía y Arte.


Su libro, el primero de no ficción que se presentaba, se titula Carlos V: Imperio y frustración y, según nos dijo, con él pretendía acercarnos a la figura del césar y su tiempo en un lenguaje que sirva para todo el mundo y no sólo para sesudos investigadores.

Con Francisco Seoane volvimos al Departamento de Periodismo y Comunicación Audiovisual, del que es profesor.


En este caso no nos habló de un libro, sino de un capítulo, titulado "Cubrir Europa: las claves para informar sobre un sistema político multi-nivel, desde Bruselas a las regiones", dentro de la obra colectiva Estudios de periodismo político y económico. Nos dijo cosas de ese monstruo que son las instituciones europeas -monstruo por lo enorme, complejo y arcano- y me quedé sobre todo con el apelativo cariñoso de "Misa de doce" que se da a la diaria rueda de prensa de los representantes de la Comisión.

Fue el último -en este caso me gustaría que tuviésemos en español un equivalente al last but not least inglés- Borja Ventura, profesor también del Departamento de Periodismo y Comunicación Audiovisual.


Borja habló de su libro Guztiak ("todos", en euskera), que ha publicado en la editorial Libros.com, con lo cual ha compartido conmigo la inefable experiencia de mantener una campaña de mecenazgo. En mi caso tuve que obtener 100 apoyos; el suyo fue más arduo, pues le pidieron 250, pero los consiguió sin problema -eso es lo que se dice siempre al final, cuando la campaña ha tenido éxito, claro está. En su libro Borja ha entrevistado a diversas personas del País Vasco, de todas las extracciones políticas y sociales -o al menos eso intentó- y con esos testimonios ha documentado el drástico cambio que se ha dado en aquel territorio desde que ETA dejó de matar. Aquí, tras la presentación, hubo un pequeño debate, que ni siquiera fue tal, pues no se enfrentaron opiniones contrapuestas; lo que quedó claro es que el proceso que se ha vivido allí es impresionante. Borja contaba con gracia -ahora se puede hacer- su experiencia en tiempos más difíciles cuando se presentaba en una Herriko taberna con intención de hablar con alguien y primero decía su nombre -que no acompañaba, nos dijo-, luego que era de Madrid y, para rematar, que era periodista...

Nos faltaban aún dos autores, pero no habían llegado, así que improvisé y hablé de Generación Subway, un libro de relatos de muchos escritores diferentes que tenía una doble relación con el acto. Por un lado, su tercer tomo -que es el que presentaba- era un homenaje a Cervantes ya que todos los cuentos tenían una cita del Quijote o del Coloquio de los perros. Y por otro lado, tanto su editora, Noemí Trujillo (alumna del Grado de Humanidades), como alguna de las autoras (Paz Martín-Pozuelo e Isabel del Río, profesoras, respectivamente, del Departamento de Biblioteconomía y Documentación y de la Facultad de Ciencias Sociales y Jurídicas) tienen relación con la UC3M. Y yo también he publicado un cuento titulado Próxima estación... en esa antología; leí un pequeño fragmento. En una próxima entrada hablaré más de este libro de relatos -y de la Generación Subway-, ya que dos días después, el 23 de abril, se presentó en Getafe.

Por tanto y por desgracia no dio tiempo a que hablasen de su libro los dos autores que quedaban: David Felipe Arranz, con Sueños de tinta y celuloide: de la palabra a la pantalla y Farshad Zahedi, con El pasado es un prólogo: conversaciones con Emilio Martínez Lázaro e Historia de la televisión (escrito en colaboración con C. Cascajosa), ambos profesores del Departamento de Periodismo y Comunicación Audiovisual. A cambio, obtuvieron una magnífica sesión de fotos a cargo de Mariví Ibarrula y sus alumnas, que nunca faltan a estos eventos -aunque esta vez también llegaron tarde. ¿Fui demasiado rápido como presentador?

Todas las fotos de esta entrada son obra de mi querida compañera Mar Bujalance. ¡Gracias!

26.4.16

El Día del Libro y el IV centenario de la muerte de Cervantes en la Biblioteca

Sí, ya sé que han pasado varios días, pero la semana pasada fue frenética en mi biblioteca, así que hoy me decido a escribir sobre lo que sucedió allí -y, de paso, doy algo de vida a esta pobre bitácora, que tengo tan abandonada. Se celebraron tanto el Día del Libro (que cayó en sábado, con lo cual los fastos tuvieron lugar entre semana) y también -dado lo tendentes que somos los humanos a festejar los números redondos- que se cumplían 400 años de la muerte de Miguel de Cervantes, genial autor de nuestra novela más universal, el Quijote. Este año el acto central fue la representación de una obra, mejor dicho, un monólogo titulado La confesión del Quijote, obra de Lola Blasco -profesora de la UC3M-, que estuvo interpretada -estupendamente, por cierto- por Juan Codina.


Como se puede ver, despejamos por completo la zona de la planta baja que llamamos "La Catedral" y allí montaron esa especie de trono rodeado por luces en donde se desarrolló gran parte de la obra, que pretende evocar la confesión que Alonso Quijano hace antes de morir al Cura y en la que se explaya sobre lo divino y lo humano, sin dejar de hacer alusión a asuntos de rabiosa y triste actualidad, como la tragedia de los refugiados y el lamentable tratamiento que de ella está haciendo la Unión Europea.

Después, se inauguró una exposición bibliográfica sobre Cervantes en la que hemos expuesto libros de y sobre el escritor alcalaíno, nuestros Quijotes y otras obras -algunas también prestadas por nuestros usuarios-, además de algunos libros del Fondo Antiguo. En él no tenemos, por desgracia, libros de Cervantes, pero sí algunos que hemos relacionado con él, por ejemplo, una Bibliotheca Hispana Nova de Nicolás Antonio, editada en 1783, cuya entrada dedicada a Cervantes mostramos. Por cierto, el padre de la bibliografía española recoge una creencia habitual en su época (el siglo XVII): que Cervantes era sevillano. También se expone una Ciudad de Dios de San Agustín impresa por Juan de la Cuesta -el mismo que sacó a la luz el Quijote- en el año 1614, esto es, uno antes que la segunda parte de la inmortal obra cervantina.


En una sala de la planta baja se proyecta, también, la lectura del Quijote que han hecho alumnos, profesores y PAS de la Facultad -entre ellos, un servidor de ustedes- para la que, como veis en la foto, hemos puesto unas sillas si se quiere ver con comodidad. Asimismo, se ha decorado la sala con la celebérrima frase que da comienzo a la novela en diferentes idiomas e incluso alfabetos.

Para otra entrada dejo mi comentario sobre el otro acto que se llevó a cabo la semana pasada, Hablar de mi libro. Así garantizo la continuidad de esta bitácora...