24.9.16

Medio siglo


El abajo -o arriba- firmante nació un jueves, 22 de septiembre de 1966. Eso quiere decir que otro jueves, el pasado 22 de septiembre, le cayó el medio siglo encima. Y pesó, pesó mucho. Intentó esconderse por todos los medios, borrar la huella del día de su nacimiento en las redes sociales para que nadie se acordase de él y casi tuvo éxito. Sin embargo, fecha tan redonda -qué manía esa de las personas de conmemorar los números redondos- tampoco ha de quedar olvidada del todo por mucho que su protagonista quiera quedar en la sombra. Aprovechará, pues, el yo escritor que cada vez con más intensidad va surgiendo de ese cuerpo hipertenso y con sobrepeso para dar siquiera unas pinceladas de estos cincuenta años de vida, por medio de algunas fechas importantes.

Si bien los primeros recuerdos del caballero están en su operación de tonsilitis -vulgo anginas-, allá por septiembre del 69, la primera frase célebre que se le puede atribuir la espetó hacia el 4 de mayo de 1971, cuando nació su hermano pequeño y soltó aquello de "otro gamberro como yo", sin duda para alegrar el día a sus padres.

Fue otro 4 de mayo, el de 1975, cuando se sintió protagonista por primera vez -algo que con el tiempo fue detestando más y más-, el día de su primera comunión, un día en el que no sólo se celebró eso, sino el cuarto cumpleaños del niño pequeño y el Día de la Madre -por entonces las comuniones no eran bodas en pequeño, como ahora, y se hacían en domingo, no en sábado para que la fiesta sea completa.

También quedó en su memoria el 15 de diciembre de 1976, no tanto porque se celebrase el referéndum en el que se suicidaba el régimen franquista, sino por la maratón de dibujos animados que se ofreció a todos los chavales del país, sin duda para que participaran de la euforia de sus padres, protagonistas de un cambio histórico.

Saltemos unos años y lleguemos a los primeros días de julio de 1984, en los que el caballero hizo la selectividad y no le dio la nota para hacer Medicina, como él quería. Al final acabó en Farmacia y este hecho marcó el resto de su vida, como veremos más adelante.

Tras la carrera y la mili, el 27 de noviembre de 1991 consiguió su primer trabajo, en una farmacia sita en el madrileño-vallecano barrio de Palomeras, de donde sacó grandes amistades -de las que ya no se acuerda- y buenas relaciones con las parroquianas, además de la certeza de que aquello no era lo suyo.

Así que se dedicó a otras cosas y se puso a estudiar, tanto que aprobó unas oposiciones y el 13 de septiembre de 1993 empezó a trabajar en la biblioteca de la Universidad Carlos III de Madrid, donde aún sigue dando guerra,

Pero nos hemos saltado una fecha importante: un día de noviembre de 1991 acudió al teatro Nuevo Apolo, en la plaza de Tirso de Molina, a ver el espectáculo Terrific, del Tricicle. Allí conoció a una chica flacucha, vestida de negro, que respondía al nombre de Raquel. No se hicieron mucho caso de momento. Hay que decir que este encuentro se debió a la torpeza de su amigo Alvarito, que tardó años y años en sacarse la carrera (aunque ahora él tiene una farmacia, así que tampoco le fue tan mal) y de ese modo conoció -y algo más- a otra dama a la que los estudios se le atravesaron, doña Pili, amiga íntima de la tal Raquel.

Da la casualidad que esa Raquel a la que conoció en el teatro también es bibliotecaria y, por tanto, algo tenían en común -no el peso ni la figura, desde luego- y unas cosas llevaron a las otras, la tontería, la bobada... Y el 15 de marzo de 1996 se hicieron novios en un pub en el que dejaron a deber 500 pesetas que aún no han pagado.

No pasó mucho tiempo hasta el 28 de febrero de 1998, cuando se casaron para regocijo general y fiesta multitudinaria. Los retoños no tardaron en llegar, el 12 de enero de 2000 el cabezón y el 3 de octubre de 2002 la cabezona.

Y estas son las grandes fechas de este caballero. Quizá se podían añadir algunas de los últimos 22 meses, en los que le ha dado por escribir como un fiera y le han publicado una docena de cuentos y tres novelas -una ya, las otras dos a puntito-. Pero de eso ya hablaremos con más detenimiento cuando toque.