28.2.17

"El monte sagrado": segunda de mis novelas dedicada a la inspectora Susana Gutiérrez


Mi vena literaria -aunque suena un poco pretencioso decirlo- se "desató" tras volver de un magnífico e inspirador viaje a Turquía en el verano de 1992. Ya llevaba tiempo con ganas de escribir una novela y, después de haber narrado mis peripecias turcas en un largo texto que titulé Breve diario de un largo viaje por Turquía (acaso me anime a publicarlo en un futuro) me sentí con fuerzas para lanzarme a la aventura. Aquel diario, que apenas circuló entre los amigos con quienes compartí el viaje, me hizo ver que era capaz de escribir algo que tuviese más de 200 páginas, o al menos eso creí. Así que empecé con una novela de trama inverosímil, que sucedía a caballo entre Madrid y los impresionantes lugares que acababa de visitar en Turquía (Estambul, la Capadocia, Pamukkale, Antalya, Éfeso...) Creé unos personajes a los que intenté dar vida, pero sin éxito. Muchas veces arranqué y otras tantas me paré; me hubiese gustado conservar todos esos ensayos, cuyo paradero ahora ignoro. Pasados los años, lo volví a intentar y en 2003 conseguí escribir unas quince o veinte páginas que tampoco acabaron satisfaciéndome.

Pero hete aquí que llega el año de mi fiebre creadora, 2015, y, tras conseguir acabar dos novelas como Variaciones sobre tres nombres y El cerro de Garabitas me pongo a escribir sobre mi querida inspectora Susana Gutiérrez. En su primera aventura, El cuaderno de Chamberí, ya utilicé algo de aquel remoto proyecto, pero el grueso de lo que me quedó en el tintero lo he aprovechado en esta segunda, El monte sagrado. Las dos detectives que ideé en 1992, Isolda Ríos y Nines del Campo aparecen aquí, aunque el protagonismo se lo cedo a mi flamante inspectora. Al igual que me sucedió con El cerro de Garabitas (un proyecto que databa de 1994), terminar esta novela supuso cerrar una página que estaba abierta desde hace mucho tiempo. Tal vez, aunque el planteamiento es casi el mismo, no es fiel a la idea original -por suerte, porque repito que aquello que se me ocurrió hace un cuarto de siglo rozaba el disparate-, pero me ha servido para sentir que ese proyecto fundacional no cayó en saco roto.

Os reproduzco lo que he escrito en la contra del libro para daros una idea de qué va la cosa:

Recién ascendida a inspectora, Susana Gutiérrez se encuentra en sus obligadas vacaciones veraniegas con Isolda Ríos, una amiga de la infancia, ahora detective privada, que requiere su ayuda para una desaparición que está investigando.
Un caso que se complica hasta hacer intervenir a los servicios secretos españoles y norteamericanos, ya que lo que descubran Susana y su amiga Isolda podría subvertir el orden económico mundial

Si os ha picado la curiosidad, podéis conseguir el libro en Amazon, tanto en formato papel como para Kindle. Que lo disfrutéis.
 
 

15.2.17

"Fanny y otros relatos", mi nuevo libro


Como anuncié en su momento por aquí, está a punto de aparecer el libro cuya cubierta encabeza esta entrada (donde destaca un precioso dibujo hecho por mi hija Inés). En él se incluyen mi novela corta Fanny y casi todos los cuentos que me han ido publicando en la editorial Playa de Ákaba (a la que agradezco esta nueva oportunidad; personifico mi agradecimiento en Noemí Trujillo, editora, poeta, novelista, siempre tan atenta y amable) y unos cuantos más. Fanny es una novelita que escribí en homenaje a Fanny Giannatasio, un personaje por el que siempre he sentido una especial simpatía y a quien los biógrafos de Beethoven tratan con cierta superioridad condescendiente. Sin embargo, ha habido quien ha leído el manuscrito y ha notado un fuerte contraste con alguna de mis otras heroínas, como Clara Ruiz de Segovia, protagonista de La vida ha de seguir. ¡Vaya un "homenaje"...! En mi descargo diré que la Fanny de carne y hueso distó mucho de ser una heroína, pero no se puede olvidar que fue hija de su tiempo, de un tiempo especialmente mojigato como la era Biedermeier, y tal vez en la época actual hay grandes dificultades para situar las cosas en su contexto, en su momento histórico. En estos tiempos de Twitter, de lectura de titulares y predominio de lo superficial, muchas veces parece que la historia hubiese comenzado hace diez años -tirando de largo- y que antes no pasó nada, que todo ha sido siempre igual y los valores que se defienden en la sociedad de hoy han sido siempre los mismos.

A la hora de escribir sobre Fanny, primero pensé en hacer el esfuerzo de situar la acción en su tiempo y lugar, la Viena del primer tercio del siglo XIX, pero luego recordé algo que de niño vi en la televisión, en concreto una entrevista a Agustín de Figueroa, marqués de Santo Floro -escritor, periodista, padre de Natalia Figueroa-, en la que le pidieron que contase una anécdota de su padre, el conde de Romanones. Lo que vino a narrar fue lo siguiente: "siendo muy joven escribí una novela cuya acción transcurría en Bretaña, un lugar en el que nunca había estado. Cuando pedí a mi padre que me diese una opinión sobre mi texto, lo único que me dijo fue: 'No escribas sobre cosas que no sabes'". Me apliqué a mí mismo el cuento (solo conozco Viena por una rápida visita de tres días hecha en 1998), y por eso mi Fanny, aunque sigue con bastante fidelidad lo que escribió la Fanny vienesa en su diario, es una madrileña de 1964, una época también bastante mojigata y reprimida por motivos que no es necesario explicar, pero lo suficientemente cercana en el espacio y en el tiempo como para atreverme a abordarla.

Completan el libro quince cuentos que, como ya he dicho, han aparecido en su mayoría en diversas antologías de Playa de Ákaba. Hay uno inédito (Viaje astral por Getafe), dedicado a la ciudad en la que vivo desde hace casi dos décadas y, sobre todo, a sus habitantes y también una primera versión de otro, La residencia, allí puesta para que se vea la evolución de este humilde aprendiz de escritor en los catorce años transcurridos hasta la versión definitiva.

Volveré a anunciarlo cuando se acerque la fecha, pero ya puedo decir que el libro se presentará el sábado 4 de marzo, seguramente en Madrid.

Si os interesa, quienes me tenéis más cerca os podéis poner en contacto conmigo para conseguir un ejemplar. Quienes estéis más lejos o no me conozcáis en persona lo encontraréis en Espacio Ulises, ya en preventa.